«Llegar juntos es el principio. Mantenerse juntos, es el progreso. Trabajar juntos es el éxito». Henry Ford
Desde zonas de relajación hasta trabajar viajando o disponer de guarderías, cada día cobra más importancia disponer del Salario emocional en una compañía. ¿Te has planteado implantar beneficios no económicos en tu establecimiento que ayuden a motivar a tu equipo?
¿Qué es el salario emocional?
Hablamos de salario emocional cuando existe una retribución no económica para el trabajador, cuyo fin es satisfacer las necesidades personales, profesionales, familiares y de disfrute del mismo, permitiendo mejorar tu calidad de vida. Según un estudio que Randstad llevó a cabo en 31 mercados de todo el mundo con un total de 163.000 encuestados, “el 65 % de los encuestados se inclina por escoger una compañía en la que pueda conciliar lo laboral y lo familiar, el 62 % valora el ambiente agradable, el 60 % la seguridad laboral y el 54 % la posibilidad de desarrollarse como profesional”
La importancia del salario emocional
Así como la humanidad va evolucionando, el mundo laboral también ha seguido su propia evolución, lo que ha hecho que el salario emocional sea hoy en día tan importante como el propio salario económico.
A lo largo de nuestra historia, el trabajo ha sido utilizado y visto de diferentes maneras, dependiendo en gran medida del nivel cultural de cada momento. Si nos remontamos a la Antigüedad observamos las relaciones de esclavizador-esclavo, donde estos últimos eran obligados a trabajar sin recibir nada a cambio, o la relación Señor-siervo en la Edad Media, donde se recibía el derecho a vivir en las tierras del señor a cambio del trabajo realizado. En la Edad Moderna empiezan a aparecer las primeras empresas familiares artesanas, donde toda la familia trabajaba para vender sus productos en el mercado; pero no es hasta la Edad contemporánea, gracias a la revolución industrial, cuando las personas se ven obligadas a ofrecer su trabajo como moneda de cambio, apareciendo con ello el concepto de Trabajo tal y como lo conocemos hasta ahora.
Del mismo modo, con la revolución tecnológica, el mundo laboral sigue evolucionando y, a pesar de que durante muchos años el trabajo ha sido valorado y medido en función del salario económico, en los últimos años (incrementado además desde la pandemia del COVID19), va ganando fuerza el valor del salario emocional. Puede decirse que todo comienza a principios del S.XX con los incentivos por objetivo que, aunque bien eran incentivos económicos, reflejó cómo que el trabajador se viese motivado, retado, partícipes del beneficio empresarial, les hacía aumentar su estado de compromiso y felicidad en su día a día.
Pasamos gran parte de nuestro día en el trabajo y la relación existente entre nuestras emociones y nuestra vida profesional, es tan importante que acaban condicionando tus relaciones, decisiones, bienestar e incluso tu manera de actuar.
TIPOS DE SALARIO EMOCIONAL:
Establecer un salario emocional en tu establecimiento será cada vez más urgente y prioritario si quieres mantenerte en un mercado cada vez más competitivo y en constante evolución. Posiblemente, los que mencionamos a continuación, sean diferentes en unos años.
Teletrabajo.
La reciente pandemia sanitaria puso todo patas arribas de un día para otro. Las empresas se vieron obligadas a adaptarse de la manera más rápida y eficaz posible a la nueva situación, donde los trabajadores se veían obligados a trabajar desde casa, pero con la misma carga que si estuvieran en la oficina, tenían que cumplir los objetivos establecidos por la empresa sin estar físicamente en su entorno habitual al que estaban acostumbrados.
Para muchos el teletrabajo es una forma de desconexión del equipo y piden volver a las oficinas físicas. Sin embargo, para muchos otros, ha sido todo un alivio y ahorro tanto económico como de tiempo, puesto que evita tener que desplazarte y estar en un determinado lugar (antes del confinamiento, solo el 4,8 % de los españoles desempeñaba sus funciones en esta modalidad de forma habitual, según el estudio de Randstad).
Además, nos encontramos en una época donde viajar se ha convertido en una forma de vida, por lo que para muchos trabajadores tener la flexibilidad y capacidad de elegir desde dónde hacer su trabajo es esencial para sentirse motivado (el 43 % lo considera requisito imprescindible a la hora de elegir un empleo, Randstad)
Conciliación laboral y horarios flexibles.
Hasta no hace mucho se consideraba que la jornada laboral más eficaz era la fija. Sin embargo, numerosos estudios han concluido que existen personas más eficaces por la mañana y otras por las tardes. Si a eso le incluimos obligaciones, responsabilidades, búsqueda del bienestar individual (deporte, cultura, ocio, descanso…), que cada trabajador pueda elegir su jornada laboral en vez de ser impuesta, se ha convertido en uno de los principales factores que forman el salario emocional.
Espacio laboral, agradable y motivador.
Disponer de salas de descanso, de juego, gimnasio, guarderías, zonas comunes donde descansar y desconectar, son cada vez más demandadas por los trabajadores. Estas zonas aportan a su vez beneficios a la propia empresa, puesto que se trata de lugares donde se crea cohesión de equipos, conexión entre los trabajadores, creación de ideas… les permite conocerse, crear sinergias y sentir a la empresa como parte de su vida, lo que lleva al compromiso y responsabilidad
Carrera profesional.
Crear programas de desarrollo y crecimiento profesional en la empresa, así como de intraemprendimiento en muchos casos, brinda a los trabajadores la oportunidad de seguir creciendo y sentirse motivados de cara a ese nuevo reto. Se trata de un beneficio que contribuye a la retención de talento, y motivador para aquellos empleados que desean promocionar internamente.
Beneficio del salario emocional
Contar con un equipo motivado, cohesionado, con pertenencia de empresa y que van cada día a trabajar felices y con una sonrisa, supondrá una rápida recuperación de la inversión que pueda suponer implantar un salario emocional en tu establecimiento.
Como ya se ha comentado, la relación existente entre nuestras emociones y el trabajo condiciona nuestras relaciones, decisiones, bienestar e incluso nuestro grado de compromiso y responsabilidad para con la empresa.
Hablar de Beneficios del salario emocional, implica hacerlo desde una mirada bidireccional:
– Contar con empleados satisfechos es la base de la productividad y la competitividad de una organización. Mejora el rendimiento, reduce la rotación laboral (Incrementada en los últimos años en el sector turístico) y fomentan el trabajo en equipo y el compañerismo, lo que conlleva una mejor imagen de la compañía para clientes externos e internos. Por tanto, es ampliamente beneficio para la empresa.
– Sentirte reconocido, valorado, respetado en tu ámbito personal, disponer de zonas que te permitan tomar aire cuando así lo necesites e incluso la capacidad de decidir cuándo y desde dónde trabajar, ayuda a sentirte motivado y feliz con lo que haces en tu día a día. Sentir que estás donde quieres estar profesionalmente es uno de los mayores beneficios para el trabajador.
Gracias a nuestra formación de TuristUp! y su módulo de Coaching, podrás aprender más sobre cómo gestionar a tu equipo, mantenerles motivados, entender sus emociones y buscar la manera de implantar ese salario emocional mediante técnicas de escucha y desarrollo personal.